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Por Elena Nieves / 2009

Prólogo exposición DESMESURA  de María Orsini, Archivo y Museo Histórico “Dr. Arturo Jaureche, Banco Provincia, Buenos Aires. Del 3 al 19 de noviembre de 2010

 

DESMESURA. MARÍA ORSINI

maria orsini1Las pinturas de María Orsini son un canto de rebeldía. Remiten a paisajes, o mejor dicho, a paisajes nacidos de un acto pictórico desmesurado.

El paisaje, que en la jerarquía de los géneros de la pintura académica europea era considerado un género menor, adquiere en el Romanticismo un papel importante que con el Impresionismo llega a su esplendor protagónico. La pintura romántica, en oposición a la neoclásica, se caracteriza por la exaltación de la pasión, de lo irracional, de lo exótico, de lo imaginario, y, principalmente, por otorgarle al paisaje una carga emocional en la que de lo divino se refleja en la Naturaleza como una fuerza superior a la humana. Como ejemplo, basta pensar en las tempestades marinas de William Turner o los paisajes de Caspar David Friedrich.

Al rtriptico-langoneeferirme al Romanticismo y a su particular visión del género paisaje para aproximarme a las pinturas que María nos presenta, lo hago con la intención de rescatar esa exaltación pasional del acto pictórico y la elección del tema para poner esa energía creativa en acto. Cabe mencionar que si bien dentro de las vanguardias del Siglo XX el Expresionismo Abstracto tuvo como característica excluyente la acción pictórica en sí misma –precisamente dentro de este movimiento se destacó el action painting, pintura de acción- no tuvo una intención figurativa o referencial. Intención que sí se percibe en la obra de María, en la que el tema de la naturaleza está siempre presente, como referencia y, también, como presencia en sí misma al incorporar a la materia pictórica elementos propios del mundo natural, como arena, tierra, conchillas, ramas.

María Orsini es una admirable pintora, inteligente y sensible, que no le teme a los desafíos, que pone el cuerpo en acto para afrontar el gran tamaño de las telas. Sabe trabajar de manera exquisita el color, ofreciéndonos un amplio repertorio de gamas y climas diversos, desde fríos, a líquidos, metálicos, terrosos, vegetales, áridos y cálidos. Dispone de un amplio repertorio de recursos para el despliegue matérico, desde poner pintura, mezclarla con materiales y texturas diversos, pegar elementos, hacer tajos en la tela, la cual deja de ser una superficie lisa para transformarse en un relieve. Muchas veces se habla de relieve del terreno para referirse a las características topológicas de un lugar. La casi constante, en muchos de sus trabajos, de una sutil línea de horizonte nos ubica como observadores de una geografía accidentada permitiéndonos una mirada que a modo de vuelo de pájaro nos invita a sobrevolar estos paisajes. La variedad de detalles que las texturas generan hacen que las pinturas de María nos permitan varios niveles de miradas, desde una vista general macroscópica para luego invitarnos a aproximarnos a ver el micro mundo de texturas, formas y colores diversos.

La desmesura de las fuerzas que María Orsini despliega en su acto pictórico, nos hace presente un tema muy contemporáneo: la relación del hombre con la naturaleza. La voluntad humana en su relación con las fuerzas de una naturaleza que nos resiste y que desearíamos más divina que destructivamente humana.

 Diciembre 2009