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Por Elena Nieves / 2015

Prólogo de la exposición A través de la niebla

Galeria de Arte Alejandro Bustillo, Banco Nación sede Central, CABA. Del 2 al 30 de octubre de 215

 Sin título, 2013, tinta sobre papel y poliéster, 103 x 120 cm.

Sin título, 2013, tinta sobre papel y poliéster, 103 x 120 cm.

Sin Título, 1995, tinta sobre papel, 50 x 70 cm

Sin Título, 1995, tinta sobre papel, 50 x 70 cm.

Esta muestra presenta una selección de dibujos de los últimos tres años y algunos de los primeros que realicé en tinta hace veinte. Es una reflexión sobre la memoria, sobre nuestra capacidad de adquirir, almacenar y evocar información. La memoria histórica, la visual, la personal y la de los seres queridos son temas presentes en mis pensamientos desde hace tiempo, y aunque no piense en ello al momento de hacer mis dibujos, esas reflexiones subyacen de algún modo.
Según las neurociencias actuales , la memoria no es un lugar donde se archivan inalterados los recuerdos. Recordar no es un reflejo fiel, sino un acto creativo. Cada vez que se recuerda algo, aquello que se evoca es influenciado por el contexto que rodea a esa acción de recuperación, y así cada vez que lo recordamos, se modifica. El recuerdo se reconstruye en cada ocasión.
Hace unos años la senilidad y un accidente cerebral comenzaron a hacer estragos en la memoria de un ser muy querido. Un día, en uno de sus ocasionales relámpagos de lucidez, me dijo: “a veces siento que mi mente se llena de humo, es como una niebla que no me deja pensar con claridad”. Desde hacía tiempo estaba trabajando en mis dibujos con semitransparencias, por medio de la superposición de estratos de materiales traslúcidos que, como una niebla, no dejan ver con nitidez lo que está en las capas más profundas.
Por otra parte, utilizo algunos recursos formales como los contornos abiertos, sin dibujar: nuestra percepción visual hace que al observar tendamos a completar aquello que falta de una forma, esto sucede al activarse patrones cognitivos de figuras previamente conocidas, es decir a través de la información almacenada en nuestra memoria. También, el uso de cortes, interrupciones, discontinuidades, contraformas. Cuando hace pocos meses rescaté de mi propio olvido los dibujos realizados hace veinte años, pude observar coincidencias con los actuales en la utilización de esos recursos, como también la constante referencia a la naturaleza, al mundo vegetal y sus texturas.
Y sobrevolando todo, la memoria, que creativamente enhebra recortes, rastros dispersos de nosotros mismos.